1. PROCESO DE BOLONIA
El Proceso de Bolonia un proceso de reforma académica a nivel europeo cuyo objetivo principal era crear un único Espacio Europeo para la Educación Superior para el año 2010. En la actualidad participan 47 países con el apoyo de diversas organizaciones internacionales y la intervención directa de todas las instituciones europeas. El proceso busca fusionar los sistemas universitarios de los países participantes para organizar los sistemas de educación superior e instituciones individuales de toda Europa, lo cual supone:
- Adoptar un sistema de títulos académicos transparente y fácil de comparar para permitir el reconocimiento mutuo.
- Adoptar un sistema basado en tres ciclos y un nuevo sistema de créditos, el ECTS.
- Conseguir que la educación superior en Europa sea más atractiva para otros estudiantes fuera de la UE.
- Fomentar la dimensión social del Proceso.
- Fomentar la cooperación dentro de la UE en materia de garantía de calidad y poner en práctica los criterios y directrices propuestos por la ENQA.
Es necesario aclarar dos aspectos del Proceso de Bolonia. En primer lugar, no se basa en un tratado internacional que vincula a los gobiernos de los países implicados: a pesar de que los ministros pertinentes han firmado varios documentos, cada país (y su comunidad académica) se adhiere a los principios comunes voluntariamente. En segundo lugar, el proceso no busca estandarizar los sistemas europeos individuales de educación superior, sino que aspira a preservar su diversidad dentro de un marco común estrechando simultáneamente lazos entre ellos.
A los 48 países europeos que se han adherido al Proceso de Bolonia hasta el momento:
- Albania,
- Alemania,
- Andorra,
- Armenia,
- Austria,
- Azerbaiyán,
- Bélgica,
- Bielorrusia,
- Bosnia-Herzegovina,
- Bulgaria,
- Croacia,
- Chipre,
- Dinamarca,
- Eslovenia,
- España,
- Estonia,
- Federación de Rusia,
- Finlandia,
- Francia,
- Georgia,
- Grecia,
- Hungría,
- Irlanda,
- Islandia,
- Italia,
- Kazajstán,
- Letonia,
- Liechtenstein,
- Lituania,
- Luxemburgo,
- Malta,
- Moldavia,
- Montenegro,
- Noruega,
- Países Bajos,
- Polonia,
- Portugal,
- Reino Unido,
- República Checa,
- República Eslovaca,
- República de Macedonia,
- Rumania,
- Santa Sede,
- Serbia,
- Suecia,
- Suiza,
- Turquía,
- Ucrania.
Dado que no se han alcanzado por completo todos los objetivos, el plazo originalmente establecido para el año 2010 se aplazará hasta 2020.
2. EVALUACIÓN INTERNA
La valutazione interna è un processo per mezzo del quale l'unità valutata cerca di rispondere a 4 domande fondamentali (Cosa si sta cercando di fare? Come si sta cercando di farlo? Come si fa a sapere che funziona? Come si cambia per migliorare?). Queste domande, volte al miglioramento dell'unità stessa, portano a riflettere sulla mission, gli scopi, gli obiettivi, le priorità strategiche, e sulle procedure.
Una de las primeras fases fundamentales a la hora de organizar las evaluaciones de calidad es crear un organismo interno adecuado para supervisar la garantía de calidad dentro de cada institución.
Dado que la mayoría de las instituciones eclesiásticas son pequeñas, no tendría sentido insistir en crear tal organismo; en cada caso se debe adoptar una solución apropiada.
El método incluye varias fases para cada unidad:
- Preparación de un informe de autoevaluación estructurado en apartados para explicar en detalle la labor y actividades de la unidad. Se presta especial atención a la reflexión, análisis y autocrítica.
- Un grupo internacional de expertos externos lee el informe de autoevaluación y visita la unidad durante unos días. Este grupo redacta un informe sobre la visita destacando cualquier recomendación para su mejora.
- El informe se pone a disposición de todas las partes interesadas.
- Se acuerda un plan de acción para poner en práctica las recomendaciones contenidas en el informe de los expertos externos.
La duración de las visitas de los expertos depende de las dimensiones de la unidad sometida a evaluación pero, por lo general, suele ser suficiente una media de dos a tres días.
Las directrices establecidas por la ENQA sugieren repetir el proceso de evaluación al completo una vez cada cinco años.
Durante el proceso de autoevaluación, los estudiantes reciben cuestionarios que deben cumplimentar. También pueden solicitar hablar con los miembros del equipo de evaluación externa durante su visita.
Los estudiantes pueden ser seleccionados por su universidad para tomar parte en la evaluación de una unidad (facultad, biblioteca, comedor, etc.).
3. EVALUACIÓN EXTERNA
El proceso de evaluación externa tiene como objetivo evaluar la puesta en práctica y efectividad de los sistemas de calidad internos. Los procedimientos empleados para la evaluación externa de la calidad son proporcionales a las dimensiones de la institución en cuestión y son un reflejo de los utilizados para la evaluación interna. La evaluación externa desea específicamente:
- Proporcionar un resumen conciso pero exhaustivo de la visión que tiene la unidad de sus propios objetivos estratégicos y de su habilidad para obtenerlos.
- Poner en práctica los sistemas y procedimientos de calidad ya vigentes evaluando su efectividad.
- Hacer un análisis crítico de las actividades de la unidad y actuar como un estímulo para que evolucione y mejore.
- Ayudar a la unidad a identificar sus puntos fuertes y débiles, así como sus oportunidades y desafíos, y proponer soluciones adecuadas cuando sea necesario.
- Identificar cualquier debilidad organizativa o procesal en la definición de políticas y otras materias que están bajo el control de la unidad y que pueden ser cambiadas.
Las evaluaciones externas son organizadas por la AVEPRO, quien se encarga de seleccionar a un equipo de expertos internacionales para llevarlas a cabo. Tras leer el informe de autoevaluación de una unidad y realizar una visita de uno o dos días en el centro, los expertos redactan un informe que se hará público. Entonces la institución elabora un plan de acción basándose en el informe de los expertos y la AVEPRO supervisa su evolución mientras se ejecuta.
La duración de las visitas de los expertos depende de las dimensiones de la unidad/facultad/universidad sometida a evaluación pero, por lo general, suele ser suficiente una media de dos a tres días.
Las directrices establecidas por la ENQA sugieren repetir el proceso de evaluación al completo una vez cada cinco años.
Los criterios los define la Sapientia christiana, los estatutos de la institución, la ESG y las directrices proporcionadas por la AVEPRO. Cabe desatacar que, a excepción de los principios generales, los reglamentos pueden verse sometidos a cambios en función del contexto en el que se apliquen.
4. EXPERTOS
La propia institución se encarga de elegir al grupo de revisión por pares que realizará la visita in situ al final de la fase de evaluación interna. El equipo de expertos externos que realiza la visita in situ es seleccionado por la AVEPRO.
5. INFORMES
El informe de autoevaluación suele variar en extensión (de 5 a 25 páginas) según las dimensiones de la unidad sometida a evaluación. Su objetivo es presentar de forma concisa pero exhaustiva las actividades y procesos de la facultad o unidad de servicios en cuestión haciendo hincapié en el autoanálisis y autocrítica. El informe de autoevaluación debería ayudar a la facultad/unidad a identificar y analizar sus puntos fuertes y débiles, sus oportunidades y desafíos, y a plantearse las mejoras necesarias.
En este documento, el grupo de revisión por pares seleccionado por la propia institución presenta sus recomendaciones con el objetivo de incentivar la mejora de la calidad. El responsable de redactar este informe es el coordinador del grupo de revisión por pares externo.
En este documento, el grupo de expertos seleccionado por la AVEPRO certifica la validez y precisión del informe de autoevaluación, presenta propuestas para favorecer el desarrollo de la institución y propone sugerencias para que tanto la institución como las autoridades académicas relevantes ejecuten otras acciones.
Solo se publican los informes de los expertos externos tras efectuarse la evaluación externa.
Ninguno de los informes contiene información personal, por lo que se garantiza el completo anonimato.
6. ESTUDIANTES
Además de participar en cuestionarios y entrevistas, los estudiantes son seleccionados por la universidad para unirse al equipo de evaluación de las unidades (facultad, biblioteca, comedor) sin olvidar que su participación no debe robarles mucho tiempo.
No. Las competencias regulatorias recaen sobre la Congregación para la Educación Católica, así como también lo hace la responsabilidad de dar reconocimiento a facultades y universidades eclesiásticas, y otras decisiones administrativas. La Congregación también se reserva el derecho de aplicar, en la medida de lo necesario, acciones correctivas para aquellos problemas identificados por los expertos tras la evaluación externa.